La inefable compañía teatral de Angulo el malo desembarca en la Buenos Aires virreinal ‒embarrada y contrabandista‒, buscando nuevas plazas para su repertorio. Pero no hay corral de comedias en la ciudad, la plaza no es pública y otro elenco de indecorosos improvisados acapara la tolerancia del Cabildo. Una comedia sobre los artistas y las entretelas piojosas de una corte de oropel.
Kartun toma del Quijote a la bizarra compañía para mirar a su través ese vínculo a menudo ruinoso entre el arte y el poder.