El teatro
NACE UN TEATRO
El 19 de noviembre de 1886 se inauguró el primer teatro de magnitud apto para grandes veladas líricas, el "Politeama Olimpo", llamado hoy "Coliseo Podestá". Ese día, se brindó un espectáculo artístico memorable, con el célebre tenor Roberto Stagno y la soprano Gemma Belinccioni, quienes interpretaron la ópera "El barbero de Sevilla", de G. Rossini.
Esta función de gala fue precedida por el discurso del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Carlos D´Amico (1884 - 1887).
La idea del proyecto se le atribuye al arquitecto uruguayo Carlos Zenhdorf, quien lo construyó casi en su totalidad con materiales nacionales, excepto la cubierta que fue realizada con madera del Canadá y el cielorraso importado de Europa.
En el año 1897, la compañía circense Scotti - Podestá, compra el inmueble en remate público. Es allí donde se entrelazan dos historias:
"La del edificio de la calle 10", por un lado y "la historia de la familia Podestá", por otro.
"Cumplí con el afán de toda mi vida, tener un teatro propio, todos mis desvelos, mi trabajo y mis ahorros fueron esclavos de ese deseo".
Decía Don Pepe Podestá en su libro de memorias "Medio siglo de farándula".
CIRCO EN EL TEATRO
Las crónicas de la época describen la más que curiosa transformación que sufrió el edificio, cuando el "Olimpo", como se lo llamaba normalmente, se convirtió en un circo, ya que fue ideado para funcionar como Teatro-Circo.
El inmueble estaba dividido en tres cuerpos: la casa del Director -hoy Museo-, la administración y la entrada, con su soberbio vestíbulo que sobresalía del resto.
Ubicada a la izquierda del mismo, una enorme arcada comunicaba con el gran Café "El Olimpo" que se extendía hasta la calle 47, en cuya construcción se valorizaban la solidez, la elegancia y la luz.
En el primer piso funcionaba el hotel, que fue destinado a albergar, de manera fundamental, a aquellas compañías que provenían del exterior y de Buenos Aires.
En la planta baja de la sala, una serie de gradas dispuestas en forma de herradura rodeaban a la pista o “picadero” cuyo diámetro era de 21,60 metros.
El sistema de suelo movible y su cambio de teatro a circo, fue considerado una verdadera innovación para la época. El ingreso de los artistas y animales hacia el picadero, se realizaba por los costados del escenario. Ese lugar hoy lo ocupan los primeros palcos.
EL COLISEO PODESTÁ
En 1913 Don Pepe Podestá compró parte del Teatro a sus hermanos y a su socio Scotti.
En el año 1920 le cambió el nombre de "Politeama Olimpo" a "Coliseo Podestá" en memoria de su padre.
Los "Podestá", afianzados ya como una compañía de teatro decidieron, además del cambio de nombre, remodelar el edificio en su planta baja, y es así como el viejo "Olimpo" deja su condición de teatro-circo para convertirse en una renovada sala de prosa y vestirse con sus mejores galas.
Sobre la arena del circo se construyó un nuevo piso con moderna y sofisticada tecnología: por medio de seis gatos o criques ,accionados manualmente, se nivelaba a la altura del escenario, se eliminaban las butacas y se colocaban mesas y sillas, quedando libre una gran pista de baile, la orquesta se ubicaba en el Foso o en el escenario.
Esta nueva etapa marcó una época en el Coliseo, donde se realizaron bailes de carnaval y primavera.
SU ARQUITECTURA
El Teatro Municipal Coliseo Podestá, responde a la tipología de teatro a la italiana con la sala en forma de herradura, propia del Siglo XIX.
Se accede al mismo por el foyer o hall, donde está ubicada la piedra de mármol que reza "Politeama Olimpo…".
Luego se pasa a la sala, con tres órdenes de palcos superpuestos, palcos y bandejas, tertulia y paraíso respectivamente, pasillos de acceso y distribución hacia ellos por dos cajas de escaleras ubicadas a la derecha e izquierda del foyer de planta baja y planta alta.
En la parte posterior del conjunto se alza la escena, contenida en un gran prisma, retroescena o capilla y una serie de camarines a ambos lados.
En el primer nivel o Tertulia, se abre un balcón corrido con baranda de hierro forjado, que recorre toda la extensión de los patios, a un costado y otro de la sala.
El cielorraso de la sala, una obra de arte en sí misma, fue materializada mediante una tela italiana pintada por Bouchet, coronada con una importante garganta en yeso y decorada con imágenes de personalidades del arte.
Los interiores en su totalidad poseen una ornamentación con tonos que armonizan, donde se destacan las molduras doradas a la hoja.
PUESTA EN VALOR
En 1981, tras diez años de abandono, la municipalidad de La Plata recupera este extraordinario bien de su patrimonio cultural.
De este modo se crea la Comisión de Preservación del Patrimonio Municipal que toma la responsabilidad de la puesta en valor del edificio, elaborando un plan encuadrado en las pautas de las distintas cartas internacionales en referencia a la salvaguarda del patrimonio cultural de los pueblos.
El antiguo picadero o arena de circo había quedado oculto, tapado por el piso de la sala. Se recuperó practicando un túnel de acceso y mediante una excavación arqueológica quedó descubierto su valor.
La tela italiana que cubre el cielorraso de la sala se vio afectada por las filtraciones generalizadas, que dañaron además las molduras de yeso.
El proyecto integral también incluyó la recuperación de salas de ensayo, baños para público, camarines y depósitos de escenografía.
La ejecución de las tareas estuvo a cargo del personal municipal preparado para este fin de manera especial, dirigidos por el arquitecto Alberto D. Leonforte, y los trabajos de decoración del señor Neif Aún.
El 19 de Noviembre de 1986, cuando el teatro cumplió 100 años, se produjo la reapertura definitiva que permitió devolver este patrimonio cultural y arquitectónico a la ciudad.
Existen cuatro aspectos que pueden valorizar a un teatro: su acústica, los artistas que transitan por él, su inserción dentro del tejido de una ciudad y sus virtudes arquitectónicas.
HISTORIA DE LA FAMILIA PODESTÁ
José Juan Podestá nació en Montevideo, Uruguay, el 6 de Octubre de 1858.
Sus padres, genoveses, se llamaron Pedro Podestá y María Teresa Torterolo.
Uno de sus 11 hijos, José, comenzó a estudiar música en la Escuela de la Banda Municipal de Montevideo y ya por esa época en una cantera de la zona instaló con sus hermanos un circo; es tal vez éste el puntapié inicial de una larga y fructífera carrera.
Desde aquel día del año 1873, en giras circenses por ambas márgenes del río de La Plata no dejaron de ofrecer creaciones, como lo fuera el nacimiento del célebre payaso "Pepino el 88" bajo una carpa en el sur de la provincia de Buenos Aires en el año 1883.
Dos años después, el 7 de mayo, el ya famoso Don Pepe (José Juan Podestá) se casó con Baldomera Arias en la ciudad de Rosario. Sus hijos, con el transcurso del tiempo, también formaron parte de la gran compañía teatral; siempre bajo una carpa incluso cuando llegó a tener su Teatro propio.
Su segunda y gran creación fue el "Juan Moreira", un drama criollo con aperos, guitarreros, cantores y bailarines, dando luz a la obra el 10 de abril de 1886 en la ciudad de Chivilcoy.
El "Juan Moreira" fue el primer drama hablado y es considerado por todos los historiadores como la obra teatralizada que dio origen al Teatro Nacional Rioplatense, o Teatro Criollo, convirtiéndose a través de los años en un género teatral, que el público adoptó como propio por sentir una gran identificación.